¿Cuándo debo plantearme acudir a un psicólogo?

Malestar psicológico



En muchos países de América y Europa la gente acostumbra a asistir regularmente a la consulta del psicólogo como apoyo para hacer frente a las exigencias de la vida diaria. En España esta costumbre no está tan extendida por lo que es habitual que la población no esté familiarizada con el modo de intervenir de los psicólogos o con las posibilidades que ofrece la consulta terapéutica al usuario. Ese modo de beneficiarse de lo que la terapia puede ofrecer queda dentro de las preferencias de cada uno, pero ¿cuándo debo plantearme seriamente acudir a un psicólogo?

 

Existen determinadas situaciones que dejan claro la necesidad de ponernos en manos de un profesional como es el padecimiento de un trastorno psicológico. En otros casos, en cambio, no  está tan claro que se requiera ayuda profesional. ¿Cómo saber si nos encontramos en ese punto? Para responder a esta pregunta debemos tener en cuenta varios aspectos. Cuando sentimos un malestar psicológico profundo, que nos desborda, que conlleva un gran sufrimiento,  ocupando la mayor parte o una gran parte de nuestro tiempo y cuando esta situación nos incapacita para llevar a cabo nuestras actividades cotidianas o aquello que solíamos hacer antes de la existencia de ese malestar, es entonces cuando debemos plantearnos que tal vez sea el momento de pedir ayuda, sobre todo si ya llevamos tiempo luchando con esta situación. Es necesario no bajar la guardia cuando el problema, sin tener una duración muy larga, es recurrente lo que puede llevarnos a ignorar su importancia o incluso su existencia en los momentos de latencia.

 

Muchas veces la persona que padece el malestar no reconoce que la situación que atraviesa está controlando su vida. Es en estos casos cuando las personas que la rodean suelen comenzar una “lucha” para lograr que su amigo, familiar o compañero tome conciencia de lo que le está pasando y se ponga en las manos adecuadas.

 

En determinados casos el abordaje a tiempo es básico para evitar que el problema se cronifique o que derive  en un problema mayor o un trastorno psicológico más grave.